MARTÍN RUIZ ANGLADA(13/Nov/1929 Milmarcos (Guadalajara) - 28/Dic/2001 Zaragoza)
Entrenaba con Gerardo Jordán "Blanquito" aquel torero-novillero de postín y luego gran banderillero y, con Alfonso Zapater quien llego a ser buen novillero con caballos y, con el tiempo, maestro de las letras. Pero Martín estaba predestinado para la pintura y no para el arte de la tauromaquia y, como su padre le decía; "Tú serás torero cuando los toros tengan los cuernos como caracoles".
Pocos en Zaragoza no conocen su pintura y pocos son los aficionados taurinos que no han visto algunos de sus cuadros del tema de la fiesta española. Un ejemplo de ello es el cartel de toros para las Fiestas Pilaristas que hizo Diputación Provincial en el año 1.992.
En todas sus exposiciones ha figurado algún cuadro taurino; recuérdese su segunda exposición en el Palacio de la Lonja de 1.984-1.985, donde presentó todo un pasillo exclusivo de maravillosos e inmensos lienzos taurinos, y como no, la exposición taurina de la feria del Pilar de 1.986, en los salones del Gran Hotel de Zaragoza.
Su pintura, como su personalidad, era una mezcla entre mística y arrolladora; sus pinceladas, espontáneas y rítmicas (¡Como recuerdan al gran Goya!) se entremezclan con las transparencias, veladuras, con los juegos de blancos y grises, manchas expresionistas que pueden parecer abocetadas, pero que están plasmadas bajo una inspiración ordenada. Dentro de su amplia paleta, donde mas abundan los rojos y otros colores calientes es en su pintura taurina, posiblemente porque el tema lo requiere, aunque no por ello nos dejara de sorprender con lienzos tratados exclusivamente con su gama de blancos y grises tan personales que ya son muchos los que los califican de "ruizangladianos". La luz era una de sus obsesiones. Le gustaba plasmar el movimiento, la acometividad del toro a los engaños y el gracejo torero de la escuela sevillana, manera de interpretar el toreo que le emocionaba. Y todo con su luz deslumbrante o tamizada por el juego del sol y sombra.
Don Jaime Esain escribió en su presentación del catalogo de la exposición taurina de la sala de "Arte Duran", de Madrid: e Madrid: "Reconocemos en suma, la divisa calidad y valor que ha distinguido siempre al arte inconfundible de un maestro que ocupa lugar de honor a la cabeza del escalafón de pintores de toros". Y al que esto firma no le arredra confesar que Martín Ruizanglada ha sido el numero uno de su época.
Sus exposiciones
fueron copiosas y de gran calidad como su obra. Destaca su
primera exposición en 1968 en la galería N´Art de
Zaragoza y la monumental celebrada en la misma ciudad en
1995 en el Palacio de Sástago, donde se
juntaron nada menos que 81 obras del pintor. Comienzos y
finales de su carrera se podría decir. Su último proyecto,
inconcluso, era la decoración de la iglesia del barrio de
Santa Isabel. Casado y con tres hijos, uno de ellos,
Miguel Ángel es también pintor. El futuro parece ser pasa
por una fundación que es deseo de todos se constituya núcleo
para “fomentar la cultura".
Descansa en paz. | |
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